Dar vida a una idea con tus propias manos. Ese ha sido el hilo conductor de un nuevo proyecto desarrollado por el alumnado de 4.º de Diversificación, en el que la construcción de maquetas de máquinas hidráulicas ha servido como excusa para acercarse a los principios de la física, al trabajo cooperativo y al diseño funcional.
Durante varias sesiones, los grupos han investigado, diseñado y construido máquinas que se mueven gracias a la fuerza de un fluido: el agua contenida en jeringuillas. Un sistema sencillo pero efectivo, que les ha permitido comprobar cómo una idea puede transformarse en un mecanismo que se desplaza, gira o levanta con solo apretar una jeringa. Todo, como siempre, dentro de la filosofía de trabajo por proyectos de NorbaIDC.
Objetivos del proyecto
La propuesta partía de varios objetivos claros:
Entender el funcionamiento de los sistemas hidráulicos a través de una maqueta manipulable.
Aplicar conocimientos científicos y tecnológicos en una construcción práctica.
Fomentar el trabajo en parejas, repartiendo funciones, tomando decisiones y afrontando retos en equipo.
Desarrollar la creatividad y la capacidad de resolver problemas técnicos reales, como la precisión del movimiento, la estabilidad de la estructura o la estanqueidad del sistema.
Trabajar con materiales reutilizados, reforzando el compromiso con la sostenibilidad.
El proyecto, además, ayuda a romper con la idea de que la ciencia y la tecnología solo se entienden en un laboratorio o en libros. Aquí se aprende manipulando, resolviendo sobre la marcha, y viendo cómo una hipótesis se convierte en un objeto físico que cumple una función.
Las máquinas creadas: variedad y desafío
Cada grupo de dos alumnos recibió el encargo de construir una máquina distinta. Todas ellas debían estar accionadas por jeringuillas llenas de agua, conectadas por tubos, y diseñadas de forma que el movimiento generado fuera visible y útil. Estos son los modelos que se desarrollaron:
Grupo 1: Puente levadizo hidráulico
Grupo 2: Grúa hidráulica
Grupo 3: Prensa hidráulica
Grupo 4: Puerta corredera de garaje
Grupo 5: Elevador
Grupo 6: Camión volquete
Cada pareja tuvo que investigar cómo funcionaba su máquina en la vida real, entender sus principios mecánicos y adaptar ese conocimiento a una versión reducida y funcional. Esa fase previa de análisis fue tan importante como la construcción, ya que les permitió tomar decisiones con criterio: qué materiales usar, cómo orientar los ejes, cuántas jeringas eran necesarias o qué tipo de movimiento querían lograr.
Un proyecto con sello NorbaIDC
La construcción de estas máquinas hidráulicas es mucho más que una actividad manual: encaja plenamente en el marco de NorbaIDC por varios motivos:
Es un ejemplo claro de aprendizaje interdisciplinar: física, tecnología, diseño y habilidades sociales convergen en un mismo producto.
Promueve la experimentación activa, donde el error es parte del proceso y no un obstáculo.
Refuerza valores como la sostenibilidad, el trabajo en equipo y la capacidad de comunicar lo aprendido.
Además, este proyecto ofrece una vía para que el alumnado de Diversificación trabaje de forma más autónoma, mostrando que son capaces de enfrentarse a un reto complejo y sacarlo adelante con creatividad y compromiso.
Valor añadido: pensar con las manos
Hay un momento especial en el proceso de construcción de una maqueta hidráulica: cuando el mecanismo, por fin, se mueve. Ese instante en el que una jeringuilla empuja el agua, y la fuerza se transmite a través de un tubo hasta levantar un brazo o girar una plataforma, es clave. Porque no es un experimento visto en un vídeo o explicado en una pizarra: es algo que el propio alumno ha hecho funcionar.
Ese tipo de experiencias son las que marcan. Permiten que el conocimiento se integre de manera profunda, porque no solo se ha leído o memorizado, sino que se ha comprendido a través de la acción. Por eso proyectos como este tienen tanto valor en etapas como la Diversificación, donde el aprendizaje debe ser lo más significativo y concreto posible.
Conclusión
Construir una máquina hidráulica en pareja, investigar cómo funciona, resolver los fallos del sistema y acabar presentándola al resto de la clase es un ejercicio de aprendizaje completo. Técnica, investigación, creatividad, trabajo manual y colaboración se mezclan en un reto que deja huella.
Gracias a esta propuesta, el alumnado ha podido experimentar de forma tangible los principios de la física y la tecnología, viendo que son herramientas reales para construir, entender y transformar el mundo. Una vez más, NorbaIDC se convierte en el marco que da sentido, dirección e intención a todo ese proceso.
Profesora: María del Carmen Grande Vicario
Alumnado de 4º de diversificación.







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